LAS
PATADAS.
El
sábado pasado jugó el Chivas contra el Atlas, el famoso “clásico tapatío”, y la
atención se desvió hacia los actos vandálicos que surgieron casi al final de
partido luego de que un aficionado de las chivas lanzara una bengala a la parte
de abajo de la tribuna. El saldo: muchos heridos y pocos detenidos.
Yo
no soy fan del futbol, no lo entiendo, no me gusta; pero lo que nunca entenderé es la violencia que
genera la afición por un equipo, por un partido, por un marcador, es algo que
está completamente fuera de lugar y que para mí no hay justificación.
Se
comprende que los calores suban de tono cuando el equipo favorito va perdiendo
o cuando hay una marcación injusta o algo así, es normal, por la pasión del
deporte, porque así es el mexicano o por lo que sea, pero de eso a que se
permitan ese tipo de agresiones como las pasadas aquí es Jalisco, es otro
boleto.
¿De
quién es la culpa?, ¿en quién recae la responsabilidad?, ¿quién tiene el rol de
evitar que esto vuelva a pasar?, ¿por qué no se ha regulado ya este tipo de
situaciones cuando no es la primera vez que pasa? Desde mi punto de vista esta
responsabilidad es tripartita: la Federación de Futbol, las autoridades, y la
afición.
La
mayoría de los vándalos que deliberadamente atacaron a los policías de forma
cobarde y ruin están libres, sin castigo alguno, pudiendo hacer lo mismo en
futuros partidos, ¿por qué atacar a los policías?, ¿Qué no el objetivo era
atacar a la afición del equipo contrario? De pronto ya eran todos contra los
policías. Las autoridades locales deben tomar cartas en el asunto y clausurar
el estadio, suspender partidos, prohibirle la entrada a la afición o yo que sé.
Por
otro lado, la Federación también debe intervenir. No sé si tenga la facultad,
pero quitarle uno o dos puntos de la tabla al equipo cuya afición provocó esta
situación creo que es una buena idea. Se debe de hacer algo, como lo que hizo
Inglaterra, Alemania o Italia con los famosos "hooligans” (jóvenes que
producen actos vandálicos en partidos de futbol): control en la venta de
boletos (nombre y butaca), tornos
eléctricos, video-vigilancia, incluso prohibir que los partidos se
jugaran en esas ciudades. Justos por pecadores, ni modo.
Algo se debe de hacer porque si no vendrá la tragedia enorme, pero en
México aplica el refrán que dice: Ahogado
el niño, ahora sí tapen el pozo. ¡Uy, de mí se acuerdan!
LOS PREMIOS.
La noche de ayer cobró vida la 35° entrega de los Premios TVyNovelas y
¿qué vi? Fallas, errores, inconsistencias, favoritismos, incongruencias, playbacks
mal hechos y butacas vacías ¿qué pedo?
No entendí la participación de Adrián Uribe, ¿qué era: presentador? No, porque
compartía con Galilea y con Alan Tacher, ¿comediante? No, porque o contaba
chistes forzados con medio sketches o medio presentaba. Era la primera vez que
lo hacían de esta forma. Siempre había sido una pareja principal la que llevaba
el programa y la clásica dinámica de las parejas presentadoras. Ya que usaron
hasta el selfie de los Oscares pues hubieran adaptado bien el rol del host
(conductor principal) apostándole a Adrián y hubieran eliminado las
participaciones de Galilea y Tacher, ¿no? Porque así lejos de que los tres
lucieran, se evidenciaron malamente en una dinámica pensada con las patas.
Un meme de tantos. |
Con esta transmisión la reputación de Televisa, la máxima casa
productora en Latinoamérica, queda en duda: huecos enormes entres las intervenciones
y entre votaciones, silencios incómodos, guiones forzados en cada terna, cero
chispa entre las parejas que presentaban los premios, errores en sus
participaciones, hubo un momento que alguien de producción le tuvo que gritar
al “galán” que iban primero los nominados, pues ya se había ido con el jurado,
horrible, muy amateur.
Casi ya al final de la noche se veían butacas vacías, literal. Los
bloques musicales estuvieron pésimos con esos playbacks ¿de qué sirve que hayan
llevado a grandes luminarias como Yuri, Lupita D’alessio, Emmanuel, Mijares, si
iban a cantar sobre sus voces, y además no lo iban a hacer tan bien?
¿Los ganadores? Uy, uno que otro se lo merecía, pero ¿Juan Diego
Covarrubias como mejor actor protagónico compitiendo con Rulli o David Zepeda? El
chavo es talentoso, pero nunca tanto, aún no está en esos niveles. ¿Mejor
adaptación: Amores Verdaderos?, ¿En serio, luego de que la vimos en Azteca bajo
el nombre de Amor en Custodia, o en Argentina, país original de la trama?, ¿y
no premiaron a la historia original de María Zaratinni cuya trama estuvo
cuidada hasta el último detalle? Sigamos haciendo refritos y adaptaciones de
novelas extranjeras, entonces.
Juan Diego Covarrubias dio vida a los gemelos en la telenovela. |
En fin, mucho qué desear, muchos sinsabores, muchos errores. Los premios
ya no son lo que eran antes. Estaba más entretenida la cobertura de los
trollers en twitter, los memes y bromas, me cae ¿a poco no?
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